El pellet tiene una vida indefinida siempre y cuando se conserve adecuadamente. Se recomienda almacenarlo en un lugar fresco y seco. En exterior deben estar elevados unos 20cm del suelo y cubiertos con una lona que no condense humedad en su interior. La humedad es la responsable de que el pellet pierda consistencia y se deshaga volviendo al estado de serrín.